Hola, lectores del miedo, nuevamente esta no era la película que tenía planeada… no, es algo muchísimo mejor, sin duda alguna.
¡Atención! Esta reseña/opinión/review/crítica contiene SPOILERS, así mismo, esto es desde el punto de vista del redactor Jason.
Porque tener una película de Godzilla no era suficiente, este año tenemos dos. Fui a verla al cine y no pude disfrutar más de la experiencia. La película surgió a raíz del éxito de su predecesora, la cual tuvo su mérito al haberse estrenado en un época donde se finalizaba la pandemia del COVID-19.
Y hay que decir que esta peli causó mucha expectativa con sus teaser y trailers. Con muchas teorías. Con Wingard repitiendo como director podíamos soñar con algún kaiju clásico… y sí, obtuvimos uno bastante chulo… pero no entraremos en spoilers todavía… y no, no era SpaceGodzilla.
RESUMEN
La peli empieza yendo al grano, como una peli de monstruos debería ser, con el chango gigante. Kong se encuentra en la Tierra Hueca, habiendo establecido un pequeño territorio, el cual defiende de unos… ¿lobos jabalís? ¿lobos roedores?. Y sí, gana la pelea, pero la peli nos muestra que la vida no es de color de rosa para el mono de Hollywood. No solo tiene que defender su territorio…
También debe enfrentar a su terrible soledad, y encima uno de sus colmillos está medio roto. Todo cosas malas. Incluso una lagartija kaiju chiquitita se burla de él. Pero bueno, pasamos a la trama humana, esta vez capitaneada nuevamente por la doctora Ilene Andrews, del filme anterior (Rebecca Hall). Ella es la encargada de investigar a Kong y la Tierra Hueca, aunque también nos habla de Godzilla.
El lagartete sigue peleando con kaijus rebeldes que alteran el orden natural, siendo que vemos cómo pelea con Scylla, una especie de araña crustáceo. Este bicho tuvo un cameo en Godzilla: El Rey de los Monstruos (2019) y en los cómics se pelearon… aunque esta será su última pelea, porque la palma. Y sí, me encanta la escena introductoria de Godzilla partiéndose la madre con este bicho.
De aquí saltamos a Jia. Para quien no recuerde a esta niña, es una joven sordo muda y último miembro del clan que adoraba a Kong en Isla Calavera. Ella es la hija adoptiva de Andrews, y todavía mantiene una especie de extraña conexión con el gorila gigante. También está la subtrama de que no encaja en el mundo… a todo esto, Monarch tenía a un pequeño grupo de investigación en la Tierra Hueca.
Estos se encontraban investigando a Kong en la propia Tierra Hueca ha sido totalmente destruido por una amenaza desconocida. ¿Y a quién recurre la doctora Andrews para intentar descubrir qué son los extraños dibujos de su hija? A Bernie, el podcaster y alivio cómico de la anterior película. Realmente no termino de acostumbrarme a esto de que tengamos personajes recurrentes en películas de Godzilla.
A todo esto, se nos dice que todo estará más o menos en calma mientras Godzilla y Kong no se crucen… y adivinad quién sale de la Tierra Hueca… sí, en tres años el mono no salió para nada, pero tiene un dolor de muelas y cruza el portal de regreso sin pensárselo dos veces. Aquí es donde se nos presenta al último personaje humano semi-relevante, el veterinario de kaijus (¿qué onda con ese curro?) Trapper.
No es su nombre, no es su apellido, solo es Trapper. Una especie de ex-novio de Andrews, jo, qué casualidad. Pero bueno, es el único capaz de quitarle un colmillo a Kong y sustituirlo por una prótesis de hierro. Y gracias a Jia, que sirve de pacificadora. Respecto a los dibujos que Jia hizo, resultan ser una especie de ondas que reflejan una llamada de auxilio. Alguien está pidiendo ayuda… a Godzilla…
Y eso es lo que le impulsa a drenar toda la energía atómica que pueda reunir, pues se viene amenaza. Así que la niña, el veterinario, la doctora y el podcaster se marchan a la Tierra Hueca a ver qué demonios está pasando. Y de regreso a Kong… bueno, cómo os cuento… explorando una zona inexplorada se topa como un monito de su especie. Un macaquito al que el merchandising llama Suko. Suuuuko.
Y el Sako este está acompañado por otros monos que inician una pelea con Kong. Pelea donde mi escena favorita es cuando Kong emplea al propio Suko de nunchaku. Tras esto uno de los simios escapa y Kong medio obliga a Suko a que le guie hasta su tribu, porque sí, tenemos una tribu de Kongs… Pero mientras Kong llega la acción no puede detenerse, y Godzilla tiene otra batalla campal.
Esta vez es otro kaiju que forma parte de su galería de villanos del Monsterverso. Una especie de dragón chino anguila llamado Tiamat. Un bichejo que al igual que él emite radiación. Tiamat también apareció en los cómics, y también es aniquilado por el Rey de los Monstruos, que se queda con su guarida. ¿Por qué quedarse con su guarida? Porque esta es una fuente de radiación que le dará aún más poderes.
Sí, su tono rosita es porque está chetándose de radiación. Los humanos también descubren su propia tribu, parecidos a los que vivían con Kong, pero al servicio de otra deidad. Y su sacerdotisa es quien nos cuenta la historia principal de la película y de los changos. Hace muchos años un monicaco de la especie de Kong (pero algo más orangután) conocido como el Rey Scar… no, el de El Rey León (1996) no…
El primate intentó conquistar el mundo de la superficie, utilizando un basto ejército y a un kaiju con los poderes de emitir un fuerte Rayo Hielo. Shimo. De hecho, este kaiju es el que provocó la Edad de Hielo de nuestra tierra. Aunque finalmente fue detenido por Godzilla. No solo detenido, sino que se vio obligado a ocultarse en una zona de la Tierra Hueca rodeada de magma y piedras…
Sin pórtales por los que pasar al mundo de la superficie, porque estaban en una zona aún más oculta, se vio obligado a permanecer allí. Pero claro, muy listos nosotros los humanos, volvimos y llamamos la tención. Pero por el momento esta atención está en Kong, con quien Kong pelea. Scar no es tan fuerte como Kong, pero es más ágil, una especie de látigo hecha con una columna vertebral…
Y no solo eso, también posee un cristal con el que controla a Shimo. Es con todo esto que logra derrotar a Kong congelándole uno de sus brazos y obligándolo a retirarse. A pesar de que le dan caza, Kong logra regresar a su territorio con el pequeño Suko, pero la trama se complica bastante… porque uno de los simios de Scar descubre la zona oculta de los portales y se lo chivatea a su jefe.
Scar va con sus tropas (y Shimo) al frente. Y por parte de los humanos, finalmente son útiles al contarnos dicho trasfondo y al crear una especie de guante de metal protésico para el brazo de Kong. Pero antes de dar pie al escenario final, tenemos una peleita entre Kong y Godzilla. Kong quiere que Godzilla le ayude… pero el lagarto cree que quiere asesinarlo de nuevo… ¿y quién calma las aguas cual Jesús?
Nada más y nada menos que Mothra, nuestra deidad, renacida gracias a los cánticos de Jia. Y sí, grité de cuando la vi renacer en el cine. Pero no todo podía ser bueno y el Rey Scar logra acceder a la zona de los portales. Y por consecuente al reino humano. Y en la superficie vemos una pelea bastante genial. Por un lado Kong y Godzilla, por el otro el Rey Scar y Shimo… y Suko por ahí también.
King Macaco descubre que Scar controla a Shimo con el cristal, por lo que lo rompe y le libera de su control. Una vez libre, Shimo congela al Rey Scar, que es destruido en pedacitos por Kong. Y Godzilla expulsa toda su energía atómica para prevenir una glaciación provocada por Shimo. La peli termina con Godzilla volviendo al curro. Y con Kong, Suko y Shimo regresando a la ex-tribu de Scar para liberarla…
ANÁLISIS
Definitivamente es una buena época para ser fan de Godzilla. Y de Kong, supongo. Esta película probablemente sea de las más entretenidas de la saga del Monsterverso. Y muy disfrutable, porque coge todo lo que gusta al público y a los fans, y lo potencia. De igual manera que coge elementos que no funcionaron tan bien en pelis anteriores y le da un enfoque mayor.
Un ejemplo de esto es con la criticada trama humana. Desde la peli de 2019 ya vimos la intención de que fuesen relevantes, al menos, pero también se iban centrando un poco más. Esta peli retoma algunos personajes de la entrega anterior, incluye alguno nuevo y los utilizan adecuadamente. Para explicarnos algo de trama, para darnos algún elemento cómico, alguna subtrama de relleno…
Para ser más concreto, la clave es el tiempo que tienen en pantalla y cómo son utilizados en favor de la trama. Una bastante curiosa, porque nos explica bastante del pasado de la especie de Kong, así como detalles de la mitología de Godzilla. Aunque si tuviese que ver algo negativo sería cómo se origina, porque surge bastante de la nada, no hay ningún tipo de detonante para que todo ocurra…
También me escama bastante que Kong no barriese el suelo con el Rey Scar en su primera pelea. Aunque puedo perdonarlo porque el Rey Scar es un antagonista muy bueno. Es la contraparte de Kong en todos los aspectos, tanto en su forma de pelear como en sus acciones, representando los peores aspectos de la humanidad. Y con Shimo como segunda al mando, y sí, me encanta el personaje de Shimo.
No solo es la contraparte de Godzilla al poseer poderes de hielo y ser un lagarto, sino que su relación con Scar también refleja esto. Kong y Godzilla se llevan mal, pero se unen por un bien mayor. Shumo es la aliada involuntaria de Scar, es esclavizada por él, y para fines malignos. Es por esto que me gusta su cambio de bando al final de la batalla, priorizando el bien por encima de todo.
Godzilla está algo relegado en esta película, con la trama centrándose algo más en Kong. Pero es algo que veo justo, porque al contrario que Kong, el lagarto tiene dos películas individuales y en su anterior crossover fue quien tuvo a uno de sus enemigos como adversario central. Los demás kaijus están muy geniales, la dirección está bien, los efectos también y en general cumple mucho.
OPINIÓN FINAL: 7/10
«Godzilla X Kong: El Nuevo Imperio» es una película bastante genial de kaijus, con mucha acción, diversos tipos de monstruos, efectos especiales bastante decentes y una historia que amplia más la historia de este universo, así como de sus monstruos protagonistas.
Pero sí que tiene algunos fallos. El protagonismo sigue sin estar bien repartido, hay alguna que otra cosa que no cuadra demasiado y la idea de un simio conquistador es un poco rara.
Estamos en un elo de mierda 